Dolor sin heridas físicas
Esta obra española que fue presentada en el Festival de cine de Málaga y que obtuvo una mención por la actuación de Emilio Palacios, integrante del trío protagonista, se trata de una película que se aleja del convencionalismo e intenta mostrarnos un enfoque diferente sobre el tema de la adolescencia y el acoso escolar. Un punto de vista llevado al extremo, quizás en ocasiones excesivo y chocante, pero realmente revelador.
Haciendo un análisis conciso de la historia podemos apreciar en ella dos partes. La primera parte nos plantea una mirada hacia la adolescencia en el contexto del acoso escolar. En primer lugar podemos apreciar una sociedad en la que cada adolescente juega un papel, desde el "chulito" de turno hasta la "sabelotodo", terminando por el "gordo pelirrojo" del que todo el mundo se ríe. Un planteamiento que parece demasiado tópico, pero que termina vislumbrando lo absurdos que son los canones que rigen esta etapa de la vida, en la que las influencias y la falta de una personalidad establecida, terminan haciéndonos participes de esta articulación. Después de esto, nos acerca hacia la mirada de los "diferentes" o "apartados" aquellos que son vistos con pena desde fuera y que interiormente sienten la necesidad de explotar, de vengar su dolor, sin embargo cayendo en la tentación de pagar su rabia con la misma moneda de cambio, la violencia. Es aquí donde comienza por parte de este grupo una necesidad de enfrentarse a la sociedad, partiendo de una única ley, la del libre albedrío, ya sea a través de robos, actos bandálicos y consumo de drogas. Todo visto de una manera "guay" o divertida por sus integrantes, como si de un juego de niños se tratase, en el que la venganza alimenta su felicidad, liberando las tensiones interiores y manteniéndolos vivos. Sin embargo, la película llega un momento en el que toma un cambio de rumbo y este lo observamos cuando se marca de manera acusada los sentimientos de cada protagonista y los problemas que interiormente llevan cada uno. En la película lo muestra a partir de la introducción del sexo entre el trío protagonista, siendo este el elemento que termina separándoles y provocando un bucle de celos y falta de compresión entre ellos.
Esta segunda parte esconde una mayor complejidad, los personajes avanzan mucho más, conocemos que es lo que les preocupa y les inquieta, separando un claro protagonista de la historia, el personaje interpretado por Jorge Clemente. Quizás esta segunda parte, mucho más extrema, culminada en su mayor expresión con un final desgarrador, sea la que termine dando el golpe definitivo al objetivo que tenía su director en mente con la película. Esta nos hace una demostración de una etapa en la que todo acaba superándonos, en la que la soledad es nuestra mayor enemiga. Esto aparece personificado en su protagonista, quien pide a gritos un "te quiero" que significa mucho más que dos simples vocablos y que siempre se le ha negado por su personalidad. Dicha personalidad termina siendo construida por una sociedad que aparta a la gente diferente, que malinterpreta las intenciones y que acaba creando una persona que necesita escapar de esa terrible pesadilla que no le deja vivir.
Resulta un acierto que las justificaciones familiares no sean la explicación de la personalidad del protagonista, ya que resulta demasiado "tópico".
Hablaba al principio de que la película no es perfecta y es que tiene bastantes huecos en su guión, parece ser que todos los actos tienen repercusiones personales pero nunca legales para los protagonistas. Por otro lado, a veces resultan poco sutiles algunos tramos de la película, en los que las intenciones terminan siendo confusas, llegando a rozar en cierta manera la inverosimilitud y lo grotesco. No nos queda claro si estamos ante una película sobre adolescentes o una película de terror sobre un asesino perturbado. También aparece un cierto hueco en el guión con respecto a los familiares de los protagonistas, parece ser que intencionado por su director. Una manera de centralizarnos en ellos y dejar a un lado las típicas y en ocasiones erróneas explicaciones familiares a los conflictos del adolescente, como ya hemos podido observar en otras muchas películas, del tipo abusos de pequeños, separaciones o maltrato domestico.
El final seco, silencioso y doloroso, podría tener muchas lecturas, quizás una de ellas podría ser que siempre miramos al "malo" con temor, hasta que nos damos cuenta de que somos nosotros mismos los que nos hemos convertido en aquello de lo que huíamos.
Dos cosas que destacar más, una de ellas creo que la mejor de toda la película, es sin lugar a dudas la música, sintiéndose como protagonista en todo momento y siendo participe de los acontecimientos de la historia. Por otro lado, las interpretaciones, todos hacen un trabajo más que correcto, podemos decir que la mejor interpretación es la de Jorge Clemente, pero claro es el que tiene el mayor peso en la historia, por lo que me gustaría destacar también a los otros dos actores. Si bien este primero hace un muy buen trabajo, aunque aún tenga que cuidar que en ocasiones abusa de ciertas expresiones, resultando reiterativas.
Sin más decir, que merece la pena acercarse a esta pequeña obra, que destaca por ser diferente, que nos agarra y no nos suelta hasta su final y que termina haciéndonos reflexionar tras su visionado.
Lo mejor: La complejidad con la que trata un tema que no se puede regir por una simple explicación. El trío protagonista.
Lo peor: La película tiene tramos de trazo grueso y algunas lagunas en su guión.
VALORACIÓN: 7.5/10
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