domingo, 1 de enero de 2017

Passengers

Viaje hacia la nada

Passengers : Foto Chris Pratt, Jennifer Lawrence

"Passengers" es una película visualmente fascinante y bien interpretada, pero con un guión tan predecible como repetitivo, de ritmo irregular y resultado algo fallido.

La nueva película de Jennifer Lawrence acompañada por la nueva estrella de Hollywood Chris Pratt, reunía todos los elementos necesarios para contarnos una historia apasionante, a priori su premisa era más que interesante. Sin embargo, a pesar de que nos adentramos en su historia de una manera sugerente, esta se va desarrollando en escena a un ritmo pausado, en el que pasado un cuarto de película, empezamos a percibir una historia que se basa más en la fascinación de su acabado técnico, obteniendo como resultado escenas muy impresionables para el público de masas y aún más fáciles de vender, pero irremediablemente vacío de contenido y de ideas.
A parte queda la falta de conectividad entre sus elementos, cierto es que contiene escenas que merecen ser vistas en pantalla grande, y que en ciertos momentos las interpretaciones de sus actores y su evidente química nos terminan transmitiendo sentimientos, sin embargo, en la unión de todos los elementos, algo falla y ese es su principal problema.
La película cuenta con una mezcla de género tales como drama, amor y ciencia ficción, al mismo tiempo que trata temas tales como la soledad, el instinto de supervivencia y la banalidad del materialismo, sin embargo, todo es tan superficial que queda en tierra de nadie, sus ideas no acaban de encajar y aunque se esfuerza en dignificar su metraje haciendo uso de sus mejores elementos, no terminan de resultar satisfactorios. Especialmente en su parte final, en la que el arranque de la acción o la actividad desenfrenada, no nos impresiona, nos entretiene pero acaba dejándonos la sensación de que se nos ha dado una presentación de lujo de sus elementos, para un resultado tan simple y poco llamativo, en el que el espectador se replantea si quizás se dio tanta importancia a ciertos aspectos que el resto se quedaron pobres.
Aun así no todo es malo y es que en lo que destaca lo hace de manera sobresaliente, un diseño de producción, ambientación y efectos especiales magníficos y una Jennifer Lawrence que se come la pantalla y vuelve a regalarnos una excelente interpretación, a pesar de que en ocasiones se vea lastrada por la falta de profundidad de ciertos elementos y la evidentes consecuencias de los mismos.
En conclusión, el resultado final es un viaje en el que todo reluce, de buena marca y prestigio, pero en el que acabamos dándonos cuenta de que a pesar de que nos ofrece todo lo que desearíamos y que nos fascina verlo en pantalla, nos sentimos vacíos, sin ilusión y sin algo que nos llene plenamente, aunque el acompañamiento en este, termine aflorando ciertas sensaciones en nuestro interior, pero que acaban teniendo una potencia un tanto intermitente e irremediablemente limitada.

Lo mejor: La química de sus protagonistas y su acabado técnico con unos efectos especiales excelentes.
Lo peor: No aporta nada nuevo, sus ideas se quedan en el aire, su poca profundidad y su previsible guión no están a la altura de lo presentado.

VALORACIÓN: 5.5/10

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