domingo, 13 de noviembre de 2016

100 metros

"Don´t be afraid"

100 metros : Foto Dani Rovira, Karra Elejalde
"100 metros" nos presenta una película inspiradora, emotiva, conmovedora y bienintencionada , sin embargo, en ocasiones resulta artificiosamente medida y con tendencia al sentimentalismo.

La película protagonizada por el monologuista Dani Rovira, llega a nuestras pantallas con una campaña bastante discreta, algo que sorprende al encontrarnos ante un material que puede llegar al gran público y más conociendo la afluencia masiva de seguidores de este actor emergente.
Uno de los pilares fundamentales en una película de corte autobiográfico, es el elenco de actores, ya que su función debe estar a la altura. En este caso, lo está y aunque la actuación de su protagonista no está nada mal, lo cierto es que cabe pensar que podría haber sido mucho mejor, eso sí, como todo gran papel requiere de un bagaje y una experiencia que el propio Rovira no tiene y que a pesar de ello consigue sacar hacia adelante con solvencia y con mejor resultado de lo esperado. Su compañera sentimental en la ficción, Alexandra Jimenez, vuelve a regalarnos una interpretación, que incluso en ocasiones se encuentra por encima de la de su compañero de reparto. Sin embargo, si alguien hay que destacar es a Karra Elejalde y es que a pesar de ciertas matices de su personaje algo estereotipados y una trama amorosa secundaria en mi opinión no del todo acertada, es el responsable de mantener en la película el equilibrio emocional, invitando a la naturaleza frente a una sociedad maniqueada por la tecnología y hablando de una enfermedad dolorosa como es la del propio tiempo. Un personaje que aporta la chispa que necesita la película.
Por otro lado, la narración de la historia se debate entre una mezcla semiefectiva de películas propias del género, a veces descaradamente metafórica y controlada, otras veces lineal y tópica, pero en otras salida de la linea habitual, aportando toques ingeniosos a su guión, especialmente la forma sutil y acertada de explicar la terapia de la enfermedad. Aunque la emoción esta presente de manera tibia en la historia, su tramo final, resulta totalmente emocionante, y es que  a pesar de su manipuladora puesta en escena es todo un soplo de vitalidad, además de todo un homenaje. Su fotografía y su banda sonora, forman un conjunto que consigue estar por encima de la media habitual y que a pesar de sus errores acaba transmitiéndonos una sensación de haber visto un producto español de calidad.
Uno de los aciertos de su guión es el juego drama-comedia, que en la mayoría del metraje destaca por aportar vistosidad a su conjunto, aunque como quien dice las comparaciones son odiosas y la película "Intocable" aún sigue intacta en nuestra memoria.
En definitiva, nos encontramos ante una película que no solo habla de la esclerosis múltiple y de las limitaciones que consecuentemente provoca en la vida de sus afectados, sino que habla sobre la grandiosidad del ser humano, capaz de engrandecerse ante la adversidad, de ver rayos de sol en un cielo nublado, de sentir esperanza y mantener su positividad ante un futuro incierto. Una enfermedad que limita, pero que no es capaz de romper ese instinto constante de superación, de no rendirse,de luchar contra todo, de romper todo pronóstico, de desafiar a la ciencia y de hacer posible lo imposible. Como si un milagro se tratara, son nuestras fuerzas unidas, a nuestro ambiente, a nuestro constante apoyo familiar y al amor que nos rodea, lo que hace superar obstáculos inquebrantables y metas imposibles. Todo una lección que demuestra que nuestras limitaciones solo lo son si nosotros mismos las concebimos como tal, pues nadie puede determinar lo que somos capaces de hacer, ni los objetivos que seremos capaces de afrontar y superar.

 "En esta enfermedad lo más importante es bailar con ella pero sin pisarle los pies"

Lo mejor: Sus interpretaciones y que a pesar de ser un género muy explotado, sigue resultando inspiradora.
Lo peor: Ciertas escenas que buscan la risa fácil y alguna trama secundaria fuera de lugar. Además de un conjunto en el que no cabe la improvisación, todo aparece en un momento y en un lugar demasiado milimetrado.

VALORACIÓN:7/10
100 metros : Cartel

viernes, 11 de noviembre de 2016

Swiss Army Man

El triunfo de la amistad


"Swiss Army Man" nos presenta una película excéntrica, escatológica, lasciva, delirante, grotesca, original y única, compuesta por momentos fascinantes y otros desmesuradamente excesivos.

La película ganadora a mejor dirección en el festival de cine independiente de Sundance, ya traía una gran polémica por su excéntrica y disparatada historia, un muerto que aparece a las orillas del mar con flatulencias, vómitos y erecciones espontáneas. Este es el motor de una historia, donde vamos descubriendo un increíble relato , siguiendo una linea entre lo absurdo y lo terriblemente real, entre la comedia y el drama, una trama oculta que nunca deja que nuestros sentimientos caigan en la sensiblería, dispuesto a elevar nuestro animo cueste lo que cueste, a través de unos recursos en los que todo valen, con tal de desconectar al espectador, de hacerle reír, o bien de sorprenderle con una nueva pericia de su guión. Ahora bien esos recursos que en un principio funcionan, a pesar de su aspecto chocante y fuera de tono, acaban resultando en su tramo final excesivos, quizás nuestros intentos de conectar con su historia emocionalmente, terminan siendo en balde por el objetivo premeditado del director de esconder el drama, de celebrar el triunfo de que lo absurdo siempre es más divertido que la realidad y que los límites de lo absurdo no existen. La película es un claro ejemplo de que esos límites son difíciles de superar, el que esto sea un cumplido o no, depende del nivel de tolerancia del espectador.
Toca hablar de su dirección, uno de los aspectos más destacables de la película. Su factura es impecable, cuidada al detalle, original y creativa en su ejecución. Sus elementos están ingeniosamente creados y los recursos de los que dispone son explotados al máximo. Sin embargo, lo más reseñable es su estupenda fotografía, aderezada por una banda sonora que hace ecos de cine indie, siendo protagonista en la historia y creando momentos aunque suene paradójico, increíblemente fascinantes. Algunas de sus escenas hacen que merezca la pena su visionado, entre las que se incluyen ciertas descabelladas ideas que dificilmente podrían haber sido ejecutadas de manera tan airosa y triunfante como lo hacen en la película, partiendo de la base de lo absurdas, extravagantes o ridículas que suenan.
Todos estos elementos funcionan, gracias a dos actores que se vuelcan al cien por cien en sus personajes. Paul Dano, nos regala una magnífica interpretación emocional, al igual que Daniel Radcliffe que en este caso aporta una difícil actuación con grandes retos físicos.
En definitiva, una película que habla sobre muchos temas entre ellos el amor, la amistad, la soledad, la muerte e incluso el instinto de supervivencia. Sin embargo, a pesar del aparente hedor a muerte, resulta todo un triunfo de la vida en si misma. Su historia nos invita a vivir, nos muestra todo aquello por lo que merece la pena sentirte vivo, pues es eso lo que hace que ese aparente "muerto" cuya inminente destino es el suicidio, se mantenga vivo y su corazón vuelva a latir, gracias a esos sentimientos que afloran en su interior, que permiten que se emocione en los momentos más tristes, que se ría en los momentos más divertidos y que se ilusione, en este caso sentimientos compartidos con otra persona, que le haga sentir que la soledad no existe, que le permita compartir buenos y malos momentos, que le sirva de apoyo y que en definitiva puedan vivir su propia aventura que de sentido a su vida, dejando atrás todo aquello que le invita al camino de la desesperanza, hacia el peso del pasado, o hacia unas normas sociales o patriarcales asfixiantes. Una declaración de que siempre hay un propósito por el que mantenerse vivo y en este caso es la victoriosa amistad.

Lo mejor: Su dirección, su banda sonora y la actuación de sus protagonistas, sin olvidar la originalidad de la propuesta.
Lo peor: No es una película fácil de digerir, empeñada en romper el tono constantemente, difícil de encajar o de conectar cien por cien con ella, utilizado elementos como medio de entretenimiento en ocasiones excesivos, reiterativos y de carácter infantil.

VALORACIÓN: 7/10
    

lunes, 7 de noviembre de 2016

Demolición

Desmontando las piezas de un mecanismo fracturado

Demolición : Foto Jake Gyllenhaal

"Demolición" nos presenta una película compleja, ruidosa, metafórica, quizás algo desconcertante, aunque inevitablemente humana.

El director de la aclamada "Dallas Buyers Club" nos trae una nueva historia, en este caso un drama psicológico con tintes de existencialismo.
La película que desde el primer momento se centra en una idea y objetivo claro, nos traslada esta a la acción de una manera precisa, haciendo un manejo de los elementos impecable, gracias sin lugar a dudas a una interpretación memorable como la de Jake Gyllenhaal, quién de nuevo nos regala un personaje lleno de matices y profundidad. Resultaría difícil captar la esencial del film de una manera tan singular y sugerente, sin la ayuda de esta magnífica actuación, acompañada también por un reparto que sobresale de la media habitual.
Aparentemente sorprende que un film tan aséptico, tan frío en apariencia, acabe finalmente tocándonos la fibra sensible y es quizás esta la grandeza del mismo, que sin ser una maravilla o sin resultar tremendamente revelador, es capaz de hacernos sentir empáticos con la misma.
Su principal planteamiento versa sobre el sentido de la vida, en el que quizás somos seres que vagamos de un lado a otro, sumidos en una rutina en la que somos incapaces de observar lo que nos rodea, sumergidos en un ciclo que se repite una y otra vez, donde incluso la improvisación no es más que producto de las posibles casualidades sobre las que estamos acostumbrados a desafiar.
Sin embargo plantea, que una rotura en esa rutina, un daño devastador, que se sale de esas posibles alternativas, puede que sea el que nos haga reaccionar, el que nos haga darnos cuenta de que hemos sido presos de un conjunto de elementos en los que no aparecemos nosotros mismos, sino nuestra sentencia guiada por una normas imposibles de desacatar. Es llegado a ese punto, cuando nos vemos en la necesidad de redescubrirnos, de abrirnos, como si un enorme reloj que deja de funcionar, cuyo complejo mecanismo desconocemos y al que necesitamos abrir. Sentimos entonces, la necesidad de conocer como repararlo y para ello requerimos saber de sus piezas y de su engranaje para poder encontrar la solución al problema. Quizás, es tal el shock que nos produce ese acontecimiento traumático que se sale de lo habitual, que no nos baste con desmontar y volver a montar, sino que necesitamos renovar, romper ese reloj y comprar uno nuevo.
Caminamos entonces en el sendero de la destrucción, del sentir lo que antes no tenía sentido, del detenernos a observar lo que antes parecía que no estaba ahí y de amueblar una mente rota que necesita una cura urgente, sino difícilmente volverá a funcionar. Tras alimentar esas necesidades, puede que llegados a un punto logremos salir del shock, quizás por un detalle de aquellos que en un principio no veíamos y que al final hemos logrado ver, un detalle aparentemente insignificante, pero que es capaz de aflorar en nosotros mismos todos aquellos sentimientos que parecían detenidos y que finalmente acaban por volvernos a ser humanos, volvernos a sentir la verdadera vida. Y si este es el punto final, entonces habremos superado ese dolor inocuo, que nos consumía por dentro sin darnos cuenta, pero que inevitablemente nos estaba desintegrando lentamente.

"Si quieres arreglar algo, debes desarmar todo y descubrir qué es importante"
Lo mejor: La interpretación de su protagonista Jake Gyllenhaal y una historia sencilla pero bien ejecutada. Sus tono irónico encaja mejor de lo esperado en este trágico drama.
Lo peor: A menudo demasiado desdibujada y quizás en otras ocasiones demasiado pretenciosa.

VALORACIÓN: 7/10
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sábado, 5 de noviembre de 2016

Que Dios nos perdone

Pecados sin perdón

Que Dios nos perdone : Foto Antonio de la Torre, Roberto Álamo

"Que Dios nos perdone" nos presenta un thriller tenso, asfixiante, sobrecogedor, descaradamente gráfico, rodado con pulso y aderezado por unas excelentes interpretaciones.

El largometraje ganador al premio Donostia a mejor guión en el pasado Festival de San Sebastián, llega a nuestras carteleras apoyado por una gran ovación de la crítica, aunque no tanto por el público, debutando en una demasiado discreta séptima posición en el top 10 de estrenos en su primer fin de semana.
Nos encontramos ante una película que si bien, reúne elementos habituales en el género, resulta diferente a otras propuestas de las mismas características. Su director aporta su sello personal, gracias a un par de elementos dirigidos con maestría, capaces de sumergirnos en su atroz historia hasta llegar a un climax final estremecedor.
Uno de sus mayores aciertos es el estudio psicológico de sus personajes. Construidos no como meros objetos de la acción, sino como representaciones de dos personalidades contrarias, peculiares, elaboradas a través de un pasado turbio, en un ambiente de dificultades. Cada uno de ellos ayudan a construir esta historia, gracias a una visión de los mismos, que no se esconde de la realidad, que no recurre a soluciones basadas en lo aparentemente normal o habitual y que saca a la luz las atrocidades humanas y la violencia desmedida. Gracias a un pensamiento alimentado por unas personalidades sumergidas en la miseria, lejos de la apariencia.
La película se inicia de una manera pausada, descubriendo cada una de las claves de su historia, presentando a unos personajes, que encajan con ciertos elementos de la investigación, sospechosos, ásperos, cuyo trabajo parece ser un fondo para curar sus heridas, a pesar de ser inevitable que estallen sus carácteres en los momentos de mayor tensión, desafiando las normas establecidas.
Por otro lado, destacar su sonido y el tratamiento de su imagen y ambientación, donde el director dirige algunas escenas de acción escalofriantes, gracias a una puesta en escena siempre verosímil, capaz de mantener al espectador expectante en su desarrollo. Algunas escenas de la misma, resultan totalmente estremecedoras.
Por último como no, hablar de los actores, en especial al dúo protagonista, poco hay que decir de unas interpretaciones más que meritorias y que perfilan sus personalidades singulares y únicas, sin necesidad de estereotipos o tópicos de género. Sin lugar a dudas, ambas son de las mejores interpretaciones que nos ha regalado este año nuestro cine.
Concluyendo, nos encontramos posiblemente ante el thriller español de la temporada, una película cuya investigación policial sirve de objeto para retratar una sociedad paradójica, donde se exige seguridad sin respeto, donde la apariencia es su mayor baza y en la que la violencia rezuma en las acciones de sus integrantes. Una sociedad enfermiza, ahogada en sus problemas, donde los instintos son resueltos con hipocresía y donde la moneda de cambio usada es la misma que da comienzo al problema. En definitiva, la que de forma triunfante es capaz de celebrar la paz, en un ambiente de terrorífica miseria y violencia, intentando calmar y mantener sujeta la venda y el silencio de las masas.

Lo mejor: Sus protagonistas y una perfecta narración, capaz de sobrecoger al espectador y no soltarlo durante dos horas.
Lo peor: Ciertas resoluciones en la historia son de trazo grueso, quizás irónicas en su contexto, pero a lo sumo poco serias en su resultado.

VALORACIÓN: 7,5/10