"Y te sigo por el aire como una brizna de hierba..."
"La novia" es una película delicada, hipnótica, estilísticamente atrevida, intermitentemente poética, pero algo inconexa y con una cierta falta de emoción.
Esta obra española, dirigida por Paula Ortiz y que supone la adaptación libre del clásico lorquiano "Bodas de Sangre", es una de las películas más sugerentes y ambiciosas que nuestro cine patrio nos ha regalado. Esta adaptación suponía un reto, por el hecho que supone adaptar al cine una obra de teatro poética que contiene numerosos elementos fantásticos. El resultado final, queda en un medio intento satisfactorio, que sorprende en algunos aspectos, pero no termina de encajar en otros.
Su directora ha optado por una adaptación visual y sensorial, para que el espectador se haga participe de esta trágica historia de amor pasional, dejándose llevar como una hoja que levanta el vuelo.
A nivel de dirección, nos encontramos una película que utiliza numerosos recursos de estilo. Estos recursos están explotados hasta su máxima expresión, consiguiendo en algunas ocasiones unas imágenes de una belleza impactante, que rezuman poesía y que reviven las lineas del texto original con una fidelidad tangible. Sin embargo, el optar por esta vertiente supone un riesgo, en cierto modo el uso de estos, va en detrimento de la fluidez de la historia. El tremendismo estilístico hace que en ocasiones sea muy difícil encajar las escenas, dándose poca importancia a los diálogos y centrándose especialmente en los sentimientos de la protagonista, descritos de una manera impecable.
De esta forma observamos una adaptación más centrada en el papel de su protagonista "la novia" y no tanto en otros principios férreos de la época que si bien se nombran, pero que no se les da la importancia que en la obra lorquiana tienen. La tierra, la honra y el sistema patriarcal son tratados de manera rápida, simplemente como reproducciones del texto.
Con respecto a los recursos que utiliza, en ocasiones alcanzan un climax de perfección que elevan la calidad de la cinta. Sin embargo, hay escenas en las que no terminan de ser acertados y da una sensación externa de quedar muy forzados y demasiado literales.
Otro de los grandes pesos de esta película y que se valen de su buena dirección son sus potentes imágenes y su sutil banda sonora. Dos elementos que dotan de sentido y sensibilidad a la historia, que aportan aires a clásico instantáneo, al mismo tiempo que se fusionan consiguiendo momentos intensos, delicados y hermosos.
Un punto y aparte merecen sus interpretaciones. Especialmente y destacando muy por encima de todo el reparto, la actuación de Inma Cuesta. Sus gestos y sus miradas nos transmiten un augurio constante de la tragedia, siendo cada vez más intensas las sensaciones que nos transmite. Sin lugar a dudas, es una de las mejores interpretaciones del año.
Con respecto al resto del reparto, todos hacen un trabajo correcto, pero en mi opinión, no hay grandes interpretaciones, a pesar de que esta historia las requería. La actriz que interpreta a la madre, hace un buen trabajo, pero en ocasiones se echa de menos un poco más de garra. Su interpretación transmite frialdad y dolor, pero sus diálogos parecen demasiado reproducidos. Algo parecido le ocurre a Alex García, que simplemente cumple con el papel pero no trasciende de él como si lo hace su compañera de reparto. Por último decir que en mi opinión resulta fallido el papel de Asier Etxeandia como novio, pues su personaje requería de una caracterización y unos rasgos que no encajan con este.
Por último hablar del guión de esta. Ya he comentado que considero que nos encontramos ante una adaptación bastante fiel al clásico, en cuanto a la buena representación de lo descrito en el libro. Sin embargo, la película cuenta con una serie de fallos, entre los que se encuentran algunos desajustes con la época que describe y con las costumbres de la misma. Pero si en algo me ha decepcionado es en su tramo final, que es cuando el libro alcanza su mayor climax y que en la película no cumple con las expectativas creadas, tras un tramo más que notable.
La decisión de su directora de desarrollar el tramo final de día y sin tener en cuenta los dos grandes bandos en los que se divide la deuda de sangre, la alejan del clásico en el que se basa. Su directora prefiere acabar centrándose en la novia y no tanto en los elementos fantásticos y costumbristas de la época. Un punto de vista diferente, pero que mi opinión acaba resultando pesado y repetitivo, en lugar de emocionante.
En conclusión, la novia es todo un espectáculo sensorial, lleno de vitalidad y sentimientos, interpretado de manera magistral por Inma Cuesta y dirigido de manera delicada y detallista, pero que sin embargo, su conjunto no termina de funcionar como los elementos por separado lo hacen, resultando una película no del todo redonda, pero si ante todo admirable.
Lo mejor: La magnífica interpretación de Inma Cuesta. Su banda sonora, su ambiciosa puesta en escena y algunos momentos que transmiten pura poesía.
Lo peor: Su guión da poca importancia a algunos elementos esenciales de la obra lorquiana y su grandilocuencia termina pagándose con una cierta falta de fluidez y de emoción.
VALORACIÓN: 7/10
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