lunes, 18 de mayo de 2015

Mad Max: Furia en la carretera

Un solo de guitarra locamente electrizante


"Mad max" es puro entretenimiento y diversión. Sus alocados personajes, su espectacular acción, su magnífica fotografía y sus perfectos efectos digitales, la elevan como una de las propuestas más enérgicas, adrenalínicas y emocionantes de los últimos años.
Esta obra australiana, supone la cuarta entrega de la saga, después de más de veinte años de que se estrenara su última parte. La película nos adentra en un universo desolado, donde el sol abrasador y la arena ocupan todo el territorio, en el que la locura impregna la necesidad de supervivencia y en el que el rugir de los motores hace eco en sus amplias llanuras desérticas. 
La película discurre a través de una enorme persecución que no nos deja pensar. Asistimos boquiabiertos a una sucesión de imágenes impactantes, personajes dementes, sonidos apabullantes, secuencias de acción de pulso acelerado, llenas de nerviosismo, superándose unas a otras y resultando totalmente imprevisibles. En ellas tienen cabida saltos, disparos, violencia, explosiones y grandes litros de gasolina.
Esta cuenta con una estética y fotografía admirables, que aportan profundidad a los paisajes y a sus creativos modelos de vehículos. Sus efectos digitales están magníficamente realizados, destacando la autenticidad con la que se perciben, siendo casi inapreciables como efectos añadidos.
Si algo hay que destacar de esta adrenalínica carrera, es sin duda sus secuencias de acción. Su forma en la que están rodadas, no solo nos mantienen pegados a la butaca emocionados e impactados por lo que pasa, sino que nos transmiten ese nerviosismo y nos hace participe de él, traspasando la pantalla y manteniendo esa sensación más allá de la duración del metraje. Sus planos imposibles completan esta experiencia visualmente sorprendente.
Este aspecto es muy destacable, pues hoy en día asistimos a grandes blockbusters palomiteros en los que los efectos digitales y el exceso deslucen el universo que intentan crear, transmitiendo una sensación de enorme frialdad.
Desde hace tiempo, se hace difícil asociar críticas positivas a una película cuya base se construye con efectos especiales y cuyo destino es el consumo masivo de público. La principal razón se encuentra en el empleo de guiones planos, que acaban cansando al espectador después de ver las grandes secuencias de acción que aparecen en el trailer. Si bien ante esto, cabría analizar esta película ante la gran afluencia de críticas positivas: ¿Une Mad Max acción y efectos especiales, además de un guión con una trama inteligente y compleja? Ante esto se podría decir claramente que no, pero lo que la diferencia realmente del resto de películas de semejantes características, es que esta hace un uso de la acción de una calidad sublime, por encima de otras, explotando al máximo sus recursos, sin que sea necesario una trama mayor para poder mantener al espectador entretenido durante sus dos horas de metraje.
El guión de la película aparentemente sencillo y con una premisa bastante simple, nos va dando a medida que avanza, las bases de una historia que esconde una idea mayor. Dentro de su oscura rareza, vemos un retrato de una sociedad postapocalípica no muy lejana, en el que la vida es la droga que todos necesitan para sobrevivir. Las fuentes de vida como el agua y la vegetación se posicionan como una necesidad ante un paisaje desértico, seco y asfixiante, en el que todos se vuelven locos ante la falta de prioridades y principios, siendo la fe, la única esperanza en algo mejor.
Por otro lado, se ensalza la figura de la mujer como fuente reproductiva, pero no por ello exenta de fuerza y de un carácter luchador único, resultando ser el futuro de gobierno de una sociedad que cree en la esperanza.
Otro aspecto a destacar es el sonido y su banda sonora, muy protagonista en la película. Su concordancia con las secuencias de acción al ritmo del sonido de una guitara eléctrica, resulta milimétricamente medido y absolutamente brillante.
Llegados a este punto, tanto lo técnico como lo argumental no puede funcionar sin unos personajes que aporten humanidad a este conjunto. La pareja protagonista hace un buen trabajo.
Hardy habla poco, pero su mirada denota sufrimiento y el enorme peso de su pasado. Este queda quizás un poco en segundo plano, debido a una magnífica Charlize Theron que se come la pantalla, transmitiéndonos la superación llevada al límite y la esperanza como redención. 
Si algo se le puede achacar a esta película, es que se echa de menos una mayor profundización de los personajes, todo ocurre demasiado deprisa, quedando poco espacio para conocer las tradiciones de cada uno y sus peculiares características.
Lo mejor: Creativa, salvaje, enloquecida, estimulante, agotadora e intensa. "Mad max" está llena de vida.
Lo peor: Se profundiza poco en los personajes y su mensaje se percibe difusamente.

VALORACIÓN: 8/10
               

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