martes, 12 de mayo de 2015

Sweet Home

Desahucios a golpe de hacha

Sweet Home : Foto Bruno Sevilla, Ingrid García Jonsson

"Sweet home" es una película demasiado tópica, lineal y poco inteligente, que sin embargo cuenta con un diseño de producción y una imagen notables.
Esta obra española dirigida por el director novel Rafa Martínez y rodada en inglés, resulta ser un quiero y no puedo constante, dejando la sensación final de haber presenciado un refrito de escenas de películas de terror, en ocasiones paródicas y excesivamente dramáticas.
El principal problema de la película lo situamos en su guión. Esta en lugar de apostar por explotar su planteamiento inicial, que considero bastante atractivo, interesante y actual, decide ir por la vía fácil, exponiéndonos escenas estereotipadas mil veces vistas en las "teen" de terror americanas y situaciones absurdas, que convierten a la película en una comedia involuntaria.
La historia está totalmente vacía y la idea de los desahucios queda como una mera excusa para encerrar a los protagonistas en este edificio, muy de lejos se percibe el débil mensaje/paralelismo de la película con esta terrible situación.
Si lo que el director pretendía era hacer una película llena de guiños a los clásicos del terror, trasladada en esta ocasión a nuestro territorio y centrándose de una manera grotesca en un problema social actual, he de decir que ha confundido términos, convirtiendo los guiños en tópicos, despersonalizando la historia y convirtiéndola en un intento fallido.
El guión cuenta con una falta de originalidad alarmente, unas situaciones chirriantemente absurdas y unas lagunas exageradamente visibles. Además, su apuesta por el realismo acaba perdiéndose en su desarrollo.
Con respecto a las actuaciones, los actores protagonistas cumplen simplemente, aprobando por los pelos. La joven de "Hermosa Juventud" hace lo que puede ante un personaje carente de profundidad e inteligencia, además de contar con un doblaje que no termina de encajar. Con respecto al actor Bruno Sevilla, se le ve muy forzado y con poca naturalidad, no termina de conectar con el público.
Centrándonos en los aspectos técnicos encontramos los mayores aciertos de la película. Los planos utilizados están llenos de vida y son los únicos que aportan profundidad a la historia, dotándola de un climax y una ambientación terrorífica, elegante y bastante acertada. Estos junto con un diseño de producción de una factura impecable y una dirección de cámara con un nerviosismo y tensión constante, son los responsables de mantenernos con un cierto interés durante su visionado.
Se podría achacar algo de inexperiencia en cuanto a la dirección de la película en algunos momentos, especialmente en el uso de la cámara lenta, en ocasiones se utiliza de forma torpe y en lugar de aportar tensión, aporta desesperación.
Por otro lado, también cabría destacar de esta, la importancia que se le da al silencio y a la expresión de sentimientos, no todo son persecuciones, también tiene cabida el llanto y el dolor interior expresado en forma de grito.
Mención especial a su banda sonora, correcta y adecuada en todo momento, aunque sea algo pretenciosa.
Finalmente se puede decir que cuenta con los suficientes elementos para que los fans del gore y del slasher disfruten, aunque tristemente sea una película menor y decepcionante.
Lo mejor: Su diseño de producción, sus planos imposibles y su imagen, aportan personalidad y profundidad a la película.
Lo peor: Su historia repleta de lagunas y carente de originalidad. Existe una falta de ambición enorme prestando más atención a lo que puede "vender", que a lo que puede aportar al género del slasher y al cine de terror español.

VALORACIÓN: 4/10
   




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