Disney vuelve a sorprender
Lo mejor de esta cinta de animación, a parte de sus recreaciones digitales, las cuales cada vez son más realistas, es sin lugar a dudas su robot protagonista. El diseño del personaje es exuberantemente creativo, original y dotado de vida.
Este robot de plástico es capaz de transmitirnos sentimientos sin que la expresión de su cara cambie, al igual que "wall-E" es toda una proeza del cine de la animación.
La historia destaca por ser actual, por acercarnos el mundo de la ciencia y por transmitirnos valores de una manera mucho más inteligente que otras películas de estas características. Lejos de un mundo en el que todo es triunfo y felicidad, la película nos plantea temas como la muerte, la amistad, la superación, la bondad, el perdón, la lucha por los sueños y además aporta momentos cómicos que dotan de fluidez a la historia y que no solo nos sacan una sonrisa, sino que nos sorprenden y nos hacen pensar.
Si algo se le puede achacar a ésta, es su estructura lineal con respecto a la existencia de un villano y que este sea un personaje no esperado de la historia. Se trata de algo muy habitual y previsible, al que se le podría haber dado una vuelta de tuerca.
La incorporación de los personajes como superhéroes es buena pero no brillante. La película gana más en las relaciones entre personajes, que en las batallas contra su adversario. Sin embargo, no se puede decir que sean malas, puesto que se ajustan al guión sin demasiado exceso y casi siempre aparecen dotadas de sentimiento y un despliegue visual impresionante. Además, decir en su favor, que se utiliza la ciencia para explicar la elaboración de los artefactos que tienen cada superhéroe. Aquí no basta con que uno corra más o pueda llegar a volar, en esta se explica como se puede conseguir eso.
Lo mejor: Baymax, el robot de plástico y la introducción de la ciencia como muestra de creatividad y utilidad.
Lo peor: El típico personaje del villano y la lucha contra este.
VALORACIÓN: 7.5/10