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Adentrándonos en las calles de Belfast

Nos encontramos ante un film británico de supervivencia rodado magníficamente. Desde la llegada a Irlanda, los espectadores somos participes de los motines y de las conspiraciones que se debaten, en primera persona, gracias a que la película está rodada con un formato realista, alternando la cámara en mano con los planos en movimiento, dotados de personalidad y constante tensión.
Su protagonista, quien se ve inmerso en toda la trama, hace un papel notable y a través de él vamos conociendo una ciudad que está dividida, en cuyas calles se masca la inseguridad, la hostilidad y la violencia.
La película resulta en todo momento interesante y emocionante, sin decaer en ningún tramo. Sin embargo, uno de los problemas de esta, es la escasa información que se nos da del tema, a veces nos sentimos un poco confusos entre los dos bandos que existen y los ideales de los mismos. Hubiera estado bien una introducción histórica, existen muy pocas referencias en la película en las que se nos explique claramente lo que fue el conflicto del IRA y las razones del mismo.
En este caso su director, lo que pretende es empaparnos en la acción sin dar tregua, con secuencias musicales de constante intriga y escenas realmente apabullantes. Hay primeros planos que transmiten verdadero sufrimiento.
Su final nos deja entrever un mensaje crítico hacia el ejército y la frialdad del poder que imparte, empleando al individuo como una herramienta prescindible para sus propios propósitos.
Lo mejor: Está magníficamente rodada, llena de tensión e intriga.
Lo peor: El tema se toca de manera superficial, no se ahonda ni se define claramente el conflicto. Paseamos por las calles, pero lo hacemos de manera confusa, sin saber claramente quienes son los responsables de la contienda.

VALORACIÓN:7