jueves, 12 de febrero de 2015

Foxcatcher

Una lucha mucho más psicológica que física


Nos encontramos ante una película que resulta ser un claro ejemplo de lección interpretativa, y es que los tres protagonistas, y digo tres porque cada uno aporta los elementos que cimientan esta historia, interiorizan sus personajes a la perfección dotándolos de profundidad y complejidad.
La historia que se nos cuenta queda narrada en un ambiente sobrio, oscuro, en el que la lucha libre se nos presenta como tema principal, pero que sin embargo, resulta ser el telón de fondo para hacernos un claro chequeo y descripción de cada personaje, de sus relaciones y en especial del eje conductor de la historia, el millonario John du Pont (Steve Carell). Este último influye en las vidas de cada uno de ellos, quienes inocentemente aceptan su manipulación. Una persona que necesita llenar un vacío interior, que quiere mostrar sin ser, que quiere aspirar sin luchar, que se gana el reconocimiento sin merecerlo y es que él mismo piensa que el dinero y el poder lo pueden comprar todo y desgraciadamente no se equivoca. 
El director nos da las bases sobre estos personajes, sin embargo, la complejidad de los mismos va más allá de lo que la propia historia nos muestra, dejando entrever ciertos rasgos y dejándonos desconcertados con otros.
La evolución de la relación entre Mark Schultz (Channing Tatum) y Du Pont, está cuidada al milímetro. Las reacciones de ambos y en especial su juego de miradas, son toda una demostración de cine de calidad.
El director hace un magnífico trabajo, contándonos la historia de una manera inteligente, lejos de sentimentalismos, con una gran fuerza dramática, dejando silencios para la reflexión y mostrando escenas realistas, en las que la imagen describe más que mil palabras. 
Resulta difícil analizar la película sin entrar en spoiler, en especial su final que nos pilla desprevenidos, pero que sin embargo, se queda en nuestra mente de manera permanente, intentando dar una explicación coherente a lo sucedido. Y es que, el personaje de Carell, actor que destaca por encima de todos, es realmente escalofriante, nos muestra una mente caracterizada por el trastorno, el dolor, la soledad, la envidia, la obsesión, el egocentrismo y el poder, aprovechando su posición para manejar a las personas. 
No podría acabar la crítica sin destacar el trabajo de caracterización y maquillaje, merecedores del Oscar y que son un elemento que da mucho juego en la historia.
Lo mejor: Su trío protagonista y sus caracterizaciones.
Lo peor: Su ritmo, resulta demasiado lento. La historia en ocasiones se estanca y hace que nos evadamos de ella por un momento, sin embargo, podemos decir que en cierto modo está justificado, aunque no por ello deja de ser un problema de la misma.

VALORACIÓN: 7/10
             
             

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