"Las películas de espías de hoy en día son demasiado serias"
Kingsman es una película frenética, divertida, sarcástica y un entretenimiento de cinco estrellas.
Muchas cosas se pueden decir de esta obra británica que da una vuelta de tuerca al género de espías y que despliega todo un homenaje a este tipo de cine, algo manchado por los efectos digitales en esta nueva era tecnológica.
Su guión aporta humor, frescura y un toque de inteligencia, gracias en parte a unos diálogos bastante acertados y unos mensajes crítico-sociales sutiles, pero muy ciertos.
Si algo hay que destacar de esta película es, sin lugar a dudas, lo magníficamente rodada que está. Sus escenas de acción son pura adrenalina y nerviosismo. En estas se utiliza como base la violencia desmedida, haciendo uso de puntos de cámara diferentes, que aportan un ritmo enérgico y que nos permiten adentrarnos en la historia.
Su reparto cumple a la perfección, destacando al gran Colin Firth y a la joven promesa de la película Taron Egerton. El personaje de este último funciona a la perfección.
El elemento sorpresa y lo imprevisible que es en muchos momentos, hace que el espectador se mantenga pegado a la butaca. De hecho, a medida que avanza se vuelve más grotesca y alocada, cuya culminación llega en su excelente final.
Todo tiene cabida en ella, desde el humor hasta el drama, pasando por la ciencia ficción y la acción.
Sin embargo, todo esto tiene un precio y es que si bien la película da muy buen resultado, cumpliendo perfectamente su cometido, hay una serie de elementos que chirrían tanto que nos da la sensación de que estamos ante una "americanada" o una película de bajo presupuesto. Puede que su director lo hiciera con la intención de ridiculizar estos elementos, pero todos no resultan acertados.
Lo mejor: Entretenimiento de calidad y frescura.
Lo peor: Arriesga y gana, sin embargo no todo funciona.
VALORACIÓN: 7/10
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