"Tú eres mi prioridad y siempre lo serás"
Nos encontramos ante una pequeña obra maestra, en la que su director canadiense utiliza un estilo formal original, novedoso y muy ágil.
Lo que hace que esta sea diferente de otras de temática semejante, es la garra con la que la historia se nos cuenta, gracias a unos actores que desprenden naturalidad y que interpretan magistralmente a sus personajes. Todos son destacables, pero me quedo con la actriz protagonista que tiene un papel enorme. Sin duda alguna, una interpretación para el recuerdo, un reflejo de una mujer con personalidad y con una gran capacidad de lucha.
La dirección de la película es otro de sus puntos fuertes. Sus imágenes, sus escenas a cámara lenta y la mezcla de un repertorio musical hábilmente seleccionado, hacen que su conjunto goce de fluidez e inteligencia.
Es compleja la temática que esta obra canadiense trata, pero nos da una visión que nos sumerge en la historia, que hace que la sintamos y que reflexionemos.
Es una oda a la libertad, a la esperanza y a la familia. Es una obra de gran intensidad emocional, que nos muestra tres personas heridas y cansadas de sufrir, pero que en ningún momento se rinden, sino que buscan constantemente la forma de mejorar su situación, aunque puedan terminar confundiéndose en su búsqueda.
La película que cuenta con un metraje de dos horas y cuarto, rara vez termina teniendo altibajos, aunque si que se puede decir que se echa de menos la presencia de personajes secundarios, para poder contextualizar mejor el momento y mostrar una visión externa al trío protagonista.
Es una película totalmente recomendable, dura, agresiva, cruda, sensible y que no te deja indiferente.
Lo mejor: Su dirección y sus interpretaciones.
Lo peor: Le falta poco para ser sobresaliente. Su final es llamativo, pero no termina de ser redondo.
VALORACIÓN: 8.5/10
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