Whiplash

Sangre, sudor y lágrimas

"Whiplash" está llena de potencia, fuerza y energía. La película nos adentra en un retrato sobre la autosuperación, el sacrificio, la constancia, la obsesión y el extremo. Muchas veces me recordaba a otra gran obra de superación como es "El cisne negro", aunque esta última un poco más abstracta en su desarrollo.

Su protagonista va evolucionando a lo largo de la película, al mismo tiempo que lo hacen sus acordes. La música lo atrapa en lo mas profundo de su batería, hasta finalmente estallar su furia, sin dejarle opción a nada más. Para el protagonista su objetivo va mucho más allá de llegar a ser famoso, sus miras van encaminadas a lograr la pieza perfecta, cosa que lo lleva al aislamiento, al monotema y a cerrarse puertas. Nada le importa más que ser el mejor.

 La figura del profesor, protagonizada por J.K. Simmons es realmente magnífica. El personaje está dotado de personalidad, es ingenioso y es a fin de cuentas el responsable de la evolución del protagonista. Su dureza extremista, sus métodos violentos y su sarcasmo tenaz hacen que sea difícil de olvidar. Una interpretación impecable por parte de Simmons, que es merecedora del Oscar.

La película está narrada con gran maestría, sus imágenes están dotadas de la intensidad adecuada a la música que se nos muestra en pantalla. Su final es un colofón a todo lo visto, lleno de tensión, nerviosismo y energía. 

Lo mejor: Nos adentra en la historia y nos la hace sentir. El duelo actoral y en especial J.K. Simmons.

Lo peor: A veces da la sensación de que la historia necesita un guión más elaborado que la termine de rematar. 

VALORACIÓN: 7.5/10